viernes, 31 de diciembre de 2010

Ocurris en las "Inscripciones romanas en la provincia de Cádiz"

  "Inscripciones romanas de la provincia de Cádiz"
por don Julián González Fernández, 1982


Por Esperanza Cabello

Estos días son muy apropiados para realizar todo tipo de investigaciones. Estábamos enfrascados en la búsqueda de un libro en casa de la bisabuela sobre la heráldica municipal de la provincia cuando nuestro tío Eduardo Bernal nos ha mostrado un magnífico libro, también de la provincia: "Inscripciones romanas de la Provincia de Cádiz", escrito por el Catedrático de Filología Latina de la Universidad de Sevilla, don Julián González Fernández, en 1982.
Nosotros, sin haber tenido la oportunidad de conocerlo personalmente, habíamos oído hablar mucho de este profesor, puesto que fue uno de los personajes fundamentales para la puesta en valor del yacimiento romano de Ocurris y el experto filólogo al que recurrieron nuestro padre y don Salvador de Sancha en cuestión de inscripciones.
Hemos aprovechado la ocasión para detenernos un poco en las cuatro inscripciones romanas conocidas relacionadas con Ubrique que don Julián hace constar en su libro, y así las recordamos un poco:


La primera inscripción continúa desaparecida



Se trataba de una inscripción honoraria encontrada en el Salto de la Mora (Benalfi Alto) por don Juan Vegazo en 1792 y cedida al Museo Provincial de Cádiz por don Antonio Guerrero posteriormente. Medía 0,75 de altura por 0,64 de anchura y se puede fechar en el año 142 después de Cristo. Fue ofrecida al emperador Hadriano por la "PVB OCVRITANOR"
Esta inscripción desapareció, no sabemos cómo, de los fondos del museo provincial.




Inscripción honoraria de Cómodo
Se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Cádiz


La segunda inscripción a la que hace referencia don Julián González es la que se conserva en el Museo Provincial de Cádiz actualmente, se trata de una inscripción honoraria en placa de mármol que mide 0,59 m. de altura, 0,475 m. de anchura y 0,095 m. de grosor. Fue descubierta en las mismas circunstancias que la anterior y cedida al museo por don Antonio Guerrero y el alcalde de Villaluenga, don Antonio Segovia.
Fue ofrecida al emperador Commodo por la RES. P OCVRITANORUM. La fecha de 186 después de Cristo ha de aceptarse con grandes reservas.


Como anécdota, en clave de humor, queremos comentar que el profesor González explica que "tal vez se haya producido un error en la grabación" y "que los números de las magistraturas no se corresponden entre sí". 
Lo sentimos, amigo Cayo, a pesar de los años hay quien piensa que quien se equivocó fue el lapicida.



Pedestal de Postumia
Encontrado en Ocurris en 1824


La tercera inscripción a la que se refiere el profesor González es la grabada en un pedestal de grandes proporciones, encontrado en 1824 en el Salto de la Mora y que fue utilizado como pilar de una casa en la calle Méndez Núñez, junto al río, por lo que está muy deteriorado. 
Es un pedestal de 1,39 m. de altura, 0,47 de anchura y 0,41 de grosor. Las letras son muy elegantes, probablemente del siglo II después de Cristo.
Don Julián sitúa el pedestal en la Plaza Mayor de Ubrique. Suponemos que es el mismo que actualmente se encuentra en la Plaza de Misión Rescate, aunque habrá que confirmar esa suposición.


Inscripción honoraria de Antonio Buco
Encontrada en 1936 en Ocurris


La última de las inscripciones romanas relacionadas con nuestro pueblo es este fragmento de placa de mármol blanco, posiblemente del siglo III después de Cristo, encontrado en abril de 1936 en la "segunda necrópolis" de Ocurris, que actualmente forma parte de una colección particular en Sevilla.

Todos los datos, transcripciones, referencias e imágenes que hemos utilizado corresponden a la edición de la Diputación de Cádiz de 1982. En el libro (disponible en la Biblioteca Municipal) podemos consultar todo lo necesario y leer las transcripciones completas de las cuatro inscripciones.



Es un lujo haber podido volver a leer estas páginas sobre las inscripciones romanas relacionadas con Ubrique. Siempre hay ocasión de aprender y entender un poco mejor lo que nos rodea de la mano de un experto. Y nos alegramos de saber que el profesor González continúa con su trabajo, sus publicaciones y sus investigaciones
Las inscripciones y las piedras talladas nos recuerdan aquellos tiempos en los que recorríamos con nuestro padre todos los campos de nuestra sierra, fijándonos en cada muro, en cada piedra, en cada detalle, buscando siempre algún vestigio de nuestros antepasados.


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