lunes, 29 de marzo de 2010

La parroquia de Ubrique

Fachada lateral de la Parroquia
Fotografía: Manuel Cabello, abril 1968


Por Esperanza Cabello



Estamos oyendo las campanas de la iglesia en esta mañana de domingo de Ramos.
Durante toda la semana un montón de personas se han afanado para tenerlo todo listo y poder reabrir, aunque sea parcialmente, la parroquia.
Es uno de los monumentos religiosos más importantes de Ubrique. Nuestro padre le dedicó muchas de sus investigaciones, no sólo al edificio en sí, sino a la imaginería del interior. La Parroquia fue objeto de investigación de Misión Rescate en varias campañas a partir de 1968.

Hoy queremos retomar el propósito de este blog, y seguir comprobando cómo Manuel Cabello trabajó para dar testimonio y salvaguardar cualquier evento, cualquier manifestación artística o cultural de nuestro pueblo.

Para ello transcribimos un extracto del capítulo IX de "Ubrique, piel al descubierto", en el que habla de la Parroquia (en naranja las notas a pie de página):


"Volviendo las espaldas a la fuente comentada veremos el edificio de la Parroquia, con advocación a Nuestra Señora de la O.
No podemos darle por su aspecto exterior el carácter de monumental, ya que se asemeja a un enorme caserón con una chimenea (el campanario) también muy grande.
No sabemos con exactitud la fecha de su construcción, aunque labores de investigación muy recientes en el Archivo Diocesano de Málaga (diócesis a la que pertenecía) nos dicen que ya en 1967, "... cien años después de construida...", se llevaron a cabo unas importantes obras de restauración dirigidas por Pedro Díaz de Palacio, muerto en 1636(16).

(16)Aportaciones a la Obra de Pedro Díaz de Palacios: La Iglesia Parroquial de Ubrique. Boletín del Museo Diocesano de Arte Sacro. Málaga)

Su interior es amplio: tres naves con bóveda de medio cañón y cúpula de media naranja con interesantes pinturas al fresco efectuadas por autores de la escuela sevillana, de las que destaca la que va en la cúpula central: "Una glorificación de Dios" con numerosísimos ángeles cuyas caras son retratos de otros tantos niños ubriqueños, que, curioseando, se acercaban por la Parroquia en 1940 durante la postguerra, cuando fue pintada.
Hay una cuarta nave, más pequeña, conocida por "la del baptisterio", que en su tiempo fue producto de la unión de varias capillas (de las que se conserva una singular del Patriarca San José), y, al fondo de la misma, se encuentra, separada por una interesante cancela de forja, la pila bautismal, hoy en desuso(16-a).

(16-a)Actualmente esta zona del baptisterio ha sufrido una pequeña modificación y se ha incorporado en ella un pequeño Tabernáculo (antiguo monumento o túmulo del Jueves Santo) haciendo las veces de una nueva capilla del sagrario, recoleta y devota.
Las paredes se exornan con algunos objetos piadosos, de entre los que destaca una soberbia pintura, obra de Lucas Jordán.)


El templo posee dos portadas de enorme sobriedad en sus sillares, bien cortados y con nulas concesiones a lo decorativo.
En la portada lateral una sencilla lápida hace alusión a reparaciones efectuadas en 1869, siendo cura "... el presbítero, licenciado y abogado de los tribunales de la nación señor don José Salvador de las Cruces Alva..."

Sobre la portada principal, que da a la polazuela de la Iglesia (Plaza de Francisco Fatou) descansa una singular torre ochavada que hace las veces de campanario, con cuatro balconcillos arcados de los que se suspenden cuatro campanas de distintos tamaños a las que el pueblo denomina, según la escala de sus tonos musicales, en ¡¡Ton...!!, ¡¡Tan...!!; ¡¡Tin, Tin...!! y ¡¡Tan, Tan...!!, que voltean sobre sus ejes, son dos campanas algo más pequeñas.

En las obras parroquiales que se llevaron a efecto en el año 1974, como antes hemos comentado, no sólo se pusieron al descubierto algunas de las incógnitas de su fundación, que se fijó hipotéticamente a principios del siglo XVI, sino que, gracias a ellas, se llegó a conocer su rico columnario, hasta entonces cubierto por mampostería y estuco (trabajos que se llevaron a cabo en 1775, después del gran terremoto que asoló Andalucía) que ocultaba a la vista ocho bellas columnas jónicas y dos dóricas, que sostienen el arco toral, trabajadas todas en arenisca dura.

Su iconografía, riquísima en su tiempo, (la mayor parte fue quemada intencionadamente en los sucesos de abril de 1936) está compuesta por una serie de imágenes y diversas tallas, de las que destacamos una obra de Jerónimo Hernández (1540-1586), discípulo de Vázquez, "el Viejo", que... "sugestionado totalmente por la plástica y monumentalidad miguelangelesca nos dejó una de las más exquisitas muestras de su, a la vez, delicada y valiente producción, en la imagen de la Virgen de la O que presidía el altar mayor de la iglesia..." Hoy día está en el Sagrario(17).


(17)Jerónimo Hernández, el día 2 de septiembre de 1575 se comprometió con el Mayordomo Mayor de las iglesias de Sevilla, don Martín Vergara, por 160 ducados a hacer una imagen de Nuestra Señora, de tamaño natural. Finó la obra el 28 de octubre de 1576, fecha en que entregó la talla a Álvaro Cevallo, para su pintura, dorado y estofado. (del libro "Jerónimo Hernández", de Celestino López Martínez.
Iten. Enciclopedia Gaditana, ed. Caja de Ahorros de Cádiz. Antonio de la Barba.



En la capilla que llamé "del Patriarca" hay un San José, de enorme expresividad, religiosidad acentuada y fuerte dramatismo, de autor desconocido, qu ebien puede fecharse a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX. (17-a).


(17-a) Confirma este dato el hecho de que, en 1774, "... se compró una esfinge de San José con el Niño, costeado por las limosnas de los fieles. El báculo de plata (conocido popularmente como "la vara") lo donó doña María González, viuda de don Pedro Mateos Moscoso..." (Anotaciones manuscritas en el libro de inventario de la Parroquia. Año 1815).



Preside la Parroquia un Crucificado de Castillo Lastruccis, ejemplo de línea anatómica y proporción, así como fiel exponente de fuerte pesar. Es de época reciente y vino a sustituir al Cristo del Perdón, que fue pasto de las llamas en abril de 1936.

Existe también una imagen de la Virgen de los Dolores, talla de vestir, fechable a finales del siglo XVII, de gran belleza, con marcada y serena angustia en su rostro, prototipo de las "vírgenes de palio" en los tradicionales desfiles "semanasanteros" de Andalucía.
El resto de imágenes son muy modernas y posteriores a 1940, en que se reestructuró la Parroquia".


Aquí termina el relato de nuestro padre sobre la Parroquia. Como decíamos al principio, durante toda la semana mucha gente se ha afanado en los trabajos para poder celebrar los cultos de Semana Santa y, aunque la fachada lateral está prácticamente terminada, la fachada principal aún necesita un esfuerzo más.


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