jueves, 7 de mayo de 2009

La fuente de los Nueve Caños

Fuente de los Nueve Caños.
Fotografía de mediados del siglo XIX recuperada por Manuel Cabello


Transcribimos un artículo de investigación escrito por Manuel Cabello en agosto de 1968 y publicado por el Ayuntamiento ese mismo año:

" Cuando, hace 300 años, en 1668, se finalizó la construcción del Convento de Capuchinos de Ubrique, faltaba dotarlo del agua necesaria para el gasto de la comunidad que en él había, así como el riego de la huerta que lo circundaba.
Fue el Padre Nicolás de Córdoba quien, a mediados del siglo XVIII nos dejó escrito el relato sobre la propiedad que dicha comunidad capuchina tenía sobre el agua procedente del Benalfi. El referido autor, por las fechas antes indicadas, investigó sobre la base jurídica de dicha propiedad, sacando como consecuencia que era una servidumbre del convento desde su fundación.
El agua era llevada al convento, en esta primera época, por tajeas descubiertas y, para pasar el arroyo, llamado "Arroyo Seco", había un canal de madera sobre postes. Posteriormente un hermano capuchino, Fray Pedro de Tebas, al que popularmente se llamaba "eminentísimo ingeniero", vino a Ubrique y restauró por completo toda la traída de aguas al convento, encauzándola a través de calñerías y comenzó la obra de los Nueve Caños, terminándose ésta después de su muerte en el año de 1723, según consta en la lápida commemorativa que allí existe, en bastante mal estado debido a las concreciones del agua y la humedad, esperando que este trabajo sirva de aviso para ponerla en un sitio más indicado y seco.




Conducción de aguas al convento.
Fotografía de mediados del siglo XIX recuperada por Manuel Cabello


Se comenzó entonces por fabricar un acueducto que salvara el desnivel del nacimiento (llamado Rodezno). Este acueducto era arcado y tenía una fuente con abrevadero que subsistió hasta que en 1937 se realizó la obra nacional de traída de agua a Ubrique.





Fuente de la Plaza, 1968
Fotografía: Manuel Cabello


Posteriormente se llevó el agua a la Fuente de la Plaza, por un sistema mixto de tajeas y atamores.
La fuente se construyó al gusto de la época. En su parte ornamental está formada por piedra arenisca labrada (es muy posible que la fachada del Ayuntamiento actual, construído en la misma época esté fabricado con el mismo material ornamental, por ser un conjunto armónico, ahora bajo gruesa capa de cal). La pila es de una sola pieza de piedra caliza.
La total terminación de la obra fue en 1737, once años después de iniciada, acreditando este dato el texto lapigráfico existente en el frontispicio de la fuente que textualmente dice así:



A ESPENSAS DESTA Vª (villa)
SE HIZO ESTA OBRA SIENDO CORREGD. (corregidor)
EL S. DN. FERNANDO MARQUEZ BARREÑO
AÑO 1727

Dos siglos más tarde el General Queipo de Llano, a instancias de don Francisco Bohórquez, en bando fechado el 14-12-36 autoriza dentro de la Obra Nacional emprendida de reconstrucción un moderno sistema de traída de agua a la villa. Tomándose aguas del Benalfí y del Nacimiento y almacenándose, por medio de una central elevadora en un depósito de gran capacidad unos 520.000 litros de agua, suficiente para el suministro de una gran ciudad.
Este nuevo servicio de aguas fue inaugurado solemnemente el 4 de octubre de 1937 por el mismo General Queipo de Llano.

Ubrique, agosto de 1968
Manuel Cabello Janeiro

martes, 5 de mayo de 2009

Los libros de Manuel Cabello Janeiro.

Programa de la feria de Ubrique. 1968





Información sobre el V Centenario de la fundación del Señorío de las Siete Villas.
Publicación colectiva. 1985





Ubrique, encrucijada histórica. Historia de Ubrique. 1987





Del Tricornio a la Montera. Historia de la familia Janeiro. 1992






Ubrique, piel al descubierto. Cultura y tradiciones de Ubrique. 1992





El Beato Diego José... y Ubrique. 1994






Obispo Panal, un hombre comprometido. 1997




El oso del Berrueco. Apuntes para una Historia. 1968.

Foto: Luis Eduardo Rubio
Vista de Ubrique desde la carretera al Peñón del Berrueco


Transcribimos a continuación el artículo publicado por Manuel Cabello Janeiro en el programa de la Feria de Ubrique de 1968, siendo Manuel Janeiro Carrasco alcalde de la localidad:


"La privilegiada situación de Ubrique nos hace pensar que en todo tiempo fue apetecido por los pueblos de la antigüedad.
Si analizamos esta situación bajo el aspecto ofensivo-defensivo de la época, no podemos encontrar lugar de mayor interés desde las costas gaditanas donde se producirían las infiltraciones hacia el interior que las moles rocosas que nos rodean, llamada Montaña Magna en tiempos romanos o Sistema Penibético en la actualidad. Tajos recortados, murallas naturales, lugares inaccesibles, abundancia de agua y de alimentos...
Y si analizamos esta situación desde un punto de vista geográfico, indudablemente alcanza un valor estratégico extraordinario. Como he dicho antes, todas las invasiones que sufrió España en la antigüedad y que penetraron por el sur, forzosamente hubieron de pasar por aqui. Después de atravesar las grandes llanuras gaditanas (campiñas de Jerez, llanos de Caulina y de la Mata) el primer obstáculo que encontraban a su paso era el río Guadalete (antiguo río Lethe, de etimología céltica) y una vez atravesado éste, que de por sí era una frontera natural, primero encontramos elevados montes que van desde la Sierra de las Cabras hasta Zahara de la Sierra, pasando por Arcos, Prado del Rey y Algodonales.

Este segundo murallón de montes, más o menos elevados, presentaban una segunda muralla natural para la defensa de estas invasiones, las cuales, si se asentaron en estos lugares, indudablemente debía de ser por poco tiempo, aunque posteriormente, y dentro ya de la Civilización Romana, aparecen dentro de la zona tres centros que alcanzan gran esplendor en la época. Me refiero al de Cabeza de Hortales (Ituppcis), al de Bornos (Clarisa Aurelia) y por último al de Grazalema (La Lacídula romana). Pero una vez pasada esta cadena de montes aparecen las gigantescas montañas de Ubrique, verdadero paraíso para el hombre prehistórico. Y aunque vivió durante muchos miles de años en esta zona, como posteriormente demostraremos, fue durante el período Eneolítico cuando alcanzó su máxima vivencia. Así lo confirman innumerables hallazgos de esta época, donde se entremezclan el uso de los metales con la piedra finamente pulimentada.
Y una vez situados en el actual término municipal de Ubrique, investigaciones sobre el terreno nos demuestran que hubo un verdadero foco de cultura eneolítica en la zona comprendida entre el Peñón del Caldereto y el Salto del Pollo, en el lugar denominado "el Rincón".
Bajo el aspecto histórico de nuestro pueblo, hay un dato de indudable interés que no es por muchos conocido: en mayo de 1963 un grupo de amigos, entre ellos el actual alcalde de Ubrique, Manuel Janeiro, los hermanos Vilches Moreno, Rojas, Mateos y el autor de este trabajo realizamos una exploración a la cueva del Berrueco. A unos 200 metros de profundidad encontramos unos huesos totalmente fosilizados que en principio creímos que eran sólo humanos. Posteriores estudios nos demuestran que son humanos, pero entremezclados con los de un animal gigantesco, posible oso de las cavernas, y que desde luego puede asegurarse que tienen una antigüedad superior a los 60.000 años. Estos restos se encuentran en la Universidad de Sevilla para su total estudio.
Considero vitalísima esta apreciación histórica para el conocimiento de la comarca. Es el hecho histórico más antiguo de Ubrique, y sale por primera vez a la luz pública.
He de abandonar estos apuntes que me han sido necesarios para que el lector sepa que el hombre vivía, desde esa época remota, en un paraíso rodeado de todos los medios para cubrir sus necesidades, agua, caza, pesca, refugio...
¡Ese paraíso es Ubrique!




Programa de feria de 1968

EL COLUMBARIO. Fue un maestro precisamente , Don Fernando Gavilán, quien, cuando aún no tendría yo 10 años, nos llevó de paseo al Salto de la Mora. Nuestra mentalidad infantil bullía, cómo no, a la búsqueda de tesoros. Y, efectivamente, a flor de tierra encontré el mío, una moneda, ilegible y desgastada, pero romana al fin y al cabo. ¡Con qué placer la guardo! Ha sido ella la que ha influído en mí para despertar mi afición arqueológica. Posteriormente mis excursiones al Salto de la Mora han sido muy numerosas, y siempre me llamaba la atención aquel edificio que está cerca de la entrada y que todos llaman "Mezquita".
Ya de mayor me dolía terriblemente que aquella maravilla arqueológica, como así la han definido los expertos en la materia, se encontrara en estado tan ruinoso, como el resto de las edificaciones de la misma época y que servía de porqueriza o redil. Todos los pueblos deben preocuparse por la obra de sus mayores, porque si no fuera así no tendríamos historia.


... Y un día escuché la famosa voz de Misión Rescate llamando a todos los maestros. Y de ella me hice eco. Durante varios meses del pasado año hice ver a los organismos rectores de esta Misión popularizada por RNE y TVE que en Ubrique se conservaban vestigios muy interesantes de su antiguo esplendor. Pero mi palabra debía ir acompañada por el dictamen de un técnico. Por eso el año anterior pasamos desapercibidos. Durante el pasado verano me puse en contacto con el Prospector Arqueológico de la Universidad de Sevilla, Don Salvador de Sancha, el cual, trás una visita de inspección al templo funerario, quedó maravillado.
Después de varias entrevistas, el pasado mes de enero Ubrique se honra con la visita de Don Juan de Mata Carriazo, eminente arqueólogo, catedrático de la Universidad de Sevilla y Delegado Regional de excavaciones arqueológicas, quien visita el Salto de la Mora.
Sus expresiones, entusiastas y sinceras, aún las recordamos con satisfacción. Le hizo a nuestro alcalde un bosquejo de las obras que allí han de realizarse, sobre todo de estudio, pues por encima del aspecto exterior que posee, puede ser que guarde en su interior vestigios de una super cultura que podría ser símbolo de una grandeza única no sólo en esta comarca, sino en España entera.

Elevadas a Madrid todas estas impresiones que hemos ido recogiendo durante el pasado curso, TVE nos honró el día 5 de enero situándonos en el Libro de Oro de Misión Rescate y al final del curso la gran satisfacción del Trofeo de Plata.
Aparte de esto, el Ministerio de Información y Turismo, conocedor de esta misión cumplida, otorga a Ubrique un "Premio Nacional de Promoción al Turismo."

Manuel Cabello Janeiro
Ubrique, septiembre de 1968